Resumen

Los brotes de enfermedades infecciosas emergentes son cada vez más frecuentes a medida que el clima cambia las comunidades de vida silvestre a un ritmo sin precedentes, lo que provoca disminuciones de las poblaciones y plantea preocupaciones por la conservación de las especies. Una enfermedad crítica es la pandemia mundial de quitridiomicosis en ranas, que puede ser causada por el patógeno fúngico Batrachochytrium dendrobatidis (Bd). Aunque existe evidencia clara de mortalidad inducida por Bd en comunidades de ranas de gran altitud, se presta poca atención al papel de las tierras bajas en la persistencia y propagación de Bd porque se supone que las elevaciones bajas son demasiado cálidas para albergar niveles significativos de Bd. Aquí, informamos sobre una infección generalizada por Bd en 80 especies de ranas de tres sitios en las tierras bajas de la Amazonía peruana, un área sin disminuciones documentadas de anfibios relacionadas con Bd. A pesar de no observar signos clínicos de infección en el campo, encontramos que entre el 24 y el 46 % de los individuos estaban infectados por sitio (hasta ≈105 000 equivalentes de zoosporas por rana) por tres cepas de Bd del linaje pandémico global (Bd-GPL). También encontramos que el sitio de recolección y los efectos estacionales eran solo predictores débiles de la prevalencia y carga de Bd, ya que la menor elevación y los hábitats más secos reducían marginalmente tanto la prevalencia como la carga. No encontramos ningún otro efecto de la filogenia del hospedador, el ecotipo o el tamaño corporal. Nuestros resultados que muestran una prevalencia alta y generalizada en un ecosistema tropical de tierras bajas contradicen las expectativas basadas en el patrón global de patogenicidad de Bd que se limita en gran medida a elevaciones más altas y temperaturas más frías. Estos hallazgos implican que las tierras bajas pueden desempeñar un papel crítico en la propagación y persistencia de Bd en el tiempo y el espacio.