Resumen

El camino antiguo del Valle de Manachaqui que conecta Paredones con Puerta del Monte desciende hacia la foresta rozado por unas olas de vegetación iridiscente y espinosa, que sube y baja entre las encrespaduras de los afloramien tos rocosos: los bosques enanos. Ese umbral entre ecosistemas originarios es interrumpido por espejos de agua, que muestran un horizonte visible solo desde su reflejo helado. Un páramo saturado aparece al revés: la línea de las montañas, la ságoma de las nubes y la materia vegetal forman la geografía de los endemismos del lugar. La relación familiar de los asentamientos andinos con las alturas de repente se suspende. La naturaleza expresa aquí el lenguaje inalcanzable de un lugar hoy inhabitado. Sin embargo, por miles de años grupos humanos lo han reconocido y atravesado, diseñando caminos, aprendiendo a crear redes bióticas y construyendo un paisaje cultural con una dimensión urbana más abajo en la foresta.